En cuando a la restauración organizada en concreto, el crecimiento ha sido del 8,4%, que se traduce en más de 10 mil millones de euros. Se ha alcanzado ya la cuota de la pandemia; este modelo de negocio representa el 30% del total del gasto hecho en el sector, que son cerca de 5 puntos por encima de la situación antes de la pandemia.

Últimas tendencias causantes del crecimiento de la restauración organizada

Innovación en el modelo de negocio

Una de las preguntas que hay que hacerse al emprender es qué forma jurídica adoptar en un negocio gastronómico. La restauración organizada es un buen comienzo porque no es necesario empezar desde cero, sino que se tiene de base a la empresa madre. Después, cada persona puede aportar su propia visión e innovar para diferenciarse. Además, este formato funciona muy bien en nuestro país, ya que responde a las necesidades de los consumidores.

Opciones de delivery

Dice el dicho que si Mahoma no va a la montaña, la montaña va a Mahoma. Esto podría aplicarse al sector de la restauración, dado que los consumidores buscan cada vez más la opción de que les puedan traer su pedido a casa. Aplicaciones como Glovo, Uber Eats o Just Eat son un ejemplo del nicho que hay en el mercado. No obstante, algunos negocios optan por su propio canal privado. En cualquier caso, esta tendencia es parte del futuro de la industria del Food and Beverage.

Locales de tamaño reducido

Relacionado con el punto anterior, desaparece la necesidad de disponer de espacios grandes para los clientes. Puesto que la comida para llevar o el reparto a domicilio son dos de las preferencias actuales de los consumidores, esto supone una reducción en la inversión del local en la restauración organizada. Otra tendencia son los taburetes y las mesas altas, que también ocupan menos espacio y dan una sensación de dinamismo.

Personalización y experiencia del cliente

La personalización se ha convertido en una tendencia dominante en todos los sectores, y la industria de la restauración no es una excepción. Las empresas están utilizando datos y tecnología para conocer las preferencias de los consumidores y así adaptar a ellas sus servicios gastronómicos. En la restauración organizada, esta información se realiza desde la empresa gastronómica madre. Por tanto, no es necesario invertir en esta tecnología para beneficiarse de ella.