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Compartir en Facebook Compartir en Twitter Compartir en LinkedINCada vez son más los clientes que prefieren un restaurante ecológico a la hora de comer fuera de casa. La tendencia bio comenzó hace unos años en países de Europa con especial tradición de consumir productos naturales, como Dinamarca, Suecia y Holanda, pero a día de hoy es un nuevo hábito presente en prácticamente todos nuestros mercados.
Hay algunas claves que definen a un restaurante auténticamente ecológico en este sector:
- La mayoría de los ingredientes que utiliza son de proximidad y provienen de una producción ecológica certificada.
- Tienen una filosofía de consumo ético y responsable.
- Sus recetas son nutritivas, facilitan la digestión y en líneas generales son “comida de verdad” hecha de acuerdo a las temporadas y no platos llenos de calorías, azúcar o fructosa, grasa, etc.
- Su decoración es orgánica y natural coherente con la imagen de marca de un restaurante ecológico.
- Se percibe un negocio “saludable” por todos sus costados.
Tomando en cuenta las tendencias de platos de los restaurantes bio, encontramos que las recetas de la mayoría de las cartas, están hechas con los productos principales de una alimentación saludable: verduras y frutas de temporada, granos, tubérculos, cereales integrales, semillas, frutos secos y proteína vegetal o animal. A partir de esta base, cada negocio juega con sus conocimientos y creatividad para complacer a sus clientes.
Los Bowls, son un formato que está de moda y que los restaurantes orgánicos utilizan para ofrecer un plato principal formado por diferentes ingredientes. Una forma de vender ensaladas y pokes como plato único, sustancioso, repleto de nutrientes, colores y sabores.
Si hablamos de entrantes y platos para compartir hay dos bastantes populares:
El hummus es el rey de las cartas saludables. Originalmente es preparado con garbanzos, pero puede hacerse de lentejas, remolacha, zanahoria, etc. Es una crema para untar de verduras muy apetitosa que encanta a la mayoría de los clientes.
Otro plato que gusta mucho como aperitivo son los chips de vegetales, una opción saludable a las patatas fritas por ejemplo. Son verduras y frutas fritas en aceite de oliva ecológico (zanahoria, calabaza, calabacín, manzana, plátano) que pueden causar adicción de lo que ricas que están.
Las pizzas ecológicas también se están convirtiendo en tendencia. Constituyen un plato muy versátil como opción bio, pues es un plato principal de elaboración sencilla, que puede explotar de sabor en la boca de los comensales y que cumple con la esencia de la comida orgánica:el placer de lo simple.
Otro plato que causa sensación en los restaurantes ecológicos son las hamburguesas, hechas con carne animal de ganadería ecológica o con productos vegetales también de huertos orgánicos. Para clientes vegetarianos o veganos hay negocios que tienen opciones de hamburguesas de seitán, tofu, quinoa, lentejas, remolacha y garbanzos, combinadas con pan de cereales variados, algunos incluso sin gluten y por supuesto combinadas con quesos, hortalizas y salsas.
Una ventaja de los restaurantes orgánicos es que son una línea de negocio que ¡permite ofrecer comida para todos los horarios! Los clientes que eligen este tipo de consumo, quieren cuidarse y alimentarse lo más correctamente posible, así que agradecerán encontrar locales donde puedan desayunar, comer, merendar y cenar comida ecológica, lo cual da más posibilidades y libertad a la hora de definir la oferta gastronómica.
Los clientes potenciales de los restaurantes ecológicos no tienen prisa. Por lo general quieren comer tranquilamente, disfrutar de cada bocado y relajarse en un ambiente que les inspire confianza y que los invite a quedarse. Al igual que la comida, los negocios bio deben apostar por materiales de decoración de calidad, ligeros y sencillos, que se no se impongan al cliente.
Es una buena idea utilizar entonces elementos ecológicos como naturales como madera, piedra, bambú. Vajillas reciclables o de materiales orgánicos como la arcilla. Servilletas y manteles de tela de algodón o de materiales realmente desechables. También es ideal usar mesas, sillas y mobiliario restaurados o vintage. Por supuesto es indispensable el uso de plantas y flores frescas, así como de colores tierra e iluminación tenue y cálida.
Y para asegurarnos por completo de que el negocio está dando la imagen correcta, debemos de tener cuidado con estas señales que podrían hacer dudar a los clientes:
- Ofrecer frutas fuera de temporada e incluso brillantes como las de los grandes supermercados. Mejor usar siempre frutas del tiempo y con sus defectos naturales.
- Tener a la vista azúcar refinada, pues aunque podría ser una buena idea tener para los comensales que la pidan, podría confundir a los clientes potenciales.
- Servir ensaladas con salsas muy aceitosas, elaboradas y de alto contenido calórico.
- Utilizar materiales de plástico o tóxicos.
Fuente: theforkmanager
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