33.000 millones € en alimentación y bebidas en restauración

El gasto de los españoles en alimentos y bebidas en los establecimientos de restauración durante 2012 ascendió a 33.044 millones de euros, lo que supone un 4,1% menos que en el año anterior, según el Estudio sobre el Mercado Extradoméstico de Alimentación, del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. Este descenso se suma a los que se producían en 2011 (-6,2%) y en 2010 (-2,2%), con una caída de ventas desde 2009 de un 12,1%, lo que supone una pérdida de 5.500 millones de euros.

El ticket medio por comensal fue de 4,84 euros, que se redujo un 1,2% respecto a 2011. Este descenso se debe principalmente a las cenas, donde se redujo el ticket un 4,5%, mientras que en las meriendas aumentó un 5,3%.
Cerca de la mitad de las ventas corresponden a los restaurantes a la carta y de menú, que sufrió una de las mayores caídas (-4,5%), aunque se produjeron descensos en todos los tipos de establecimientos. Las mayores caídas correspondieron a los servicios de consumo inmediato (-5,6%) y a los hoteles (-4,6%).

La mayoría de las ventas se concentraron en la comida y la cena que sufrieron un descenso de alrededor del 5%. El mayor recorte, sin embargo, se ha hecho en los aperitivos, donde ha descendido el consumo un 10,6%.

En total se realizaron 6.831 millones de visitas a restaurantes, cafeterías y bares. Las visitas descendieron un 2,9%, siendo la reducción más significativa en el segundo trimestre (-3%) y en el cuarto (-4,2%).

En Cataluña y Baleares aumentaron las visitas

Por regiones, Cataluña y Baleares son las únicas donde se incrementaron las visitas (6,2%), aumentando las ventas un 0,9%. En la zona centro, sin embargo, aunque descendieron un 4,7%, fue donde más se incrementaron las ventas (7,9%), con un aumento además del ticket medio de un 13,2%.

Respecto a los productos consumidos en los establecimientos hosteleros, se observa un incremento en el queso, jamón y embutidos, carnes frescas, como el caballo, venado y jabalí; fritos y arroces, frente a un descenso en el consumo de cereales, pollo, porcino, pasta y helados. Con relación a las bebidas, únicamente aumenta el consumo de agua de grifo y vino respecto al año anterior, disminuyendo el resto.