El pasado curso pasado se presentaron 3.900 candidatos de toda Andalucía para cubrir las 120 plazas del centro de formación y este año, a pesar de que aún no se ha abierto el plazo ni se ha publicado la oferta en la web de la Junta de Andalucía, en el Centro de formación de Meliá en Granada ya tienen más de dos mil solicitudes de aspirantes, sin más convocatoria que el boca a boca. Los cursos empiezan cada año a principios de diciembre pero, a falta de un mes, la empresa aún está esperando a que la Junta firme el convenio para ponerlos en marcha y concrete la financiación. Fuentes de la delegación de Educación, responsable de la iniciativa, aseguran que la intención del Gobierno andaluz es mantener esta apuesta por la formación y el empleo, pero todavía están a la espera de poder ver si hay partida presupuestaria para convocar los cursos del Meliá ya que «las políticas de empleo se están viendo afectadas por los recortes del Gobierno central».

El pasado año, la administración andaluza invirtió unos 500.000 euros en estos cursos de hostelería que tienen un compromiso de contratación del 60% del alumnado, aunque la cadena hotelera supera esta cifra y llega a colocar en sus hoteles al 100% de los participantes. «Nos hemos convertido en una oficina de empleo, somos una fábrica de crear profesionales», explica orgulloso Antonio Morcillo, encargado del Centro de Formación Sol Meliá. La escuela forma a profesionales en las especialidades de cocina, restaurante y recepcionista e imparte las clases en los tres hoteles que el grupo tiene en Granada (dos en Sierra Nevada y otro en el centro de la capital granadina, en la calle Ganivet).

Una vez concluida la formación, la mayoría alumnos se quedan a trabajar «con contratos indefinidos, porque les ha formado la empresa y queremos aprovecharlos», subraya Morcillo, que defiende el modelo de enseñanza práctica que se imparte en el centro. «El título también lo llevan y es muy valorado en el sector, pero lo importante es que la gente no sale de aquí con un título, sale con trabajo», añade. En este centro no aprenden matemáticas o física, como en otras escuelas, pero sí idiomas, asignaturas de riesgos laborales y, sobre todo, se centran en aprender el oficio con la exigencia máxima en el servicio a los clientes que impone la cadena. «No son simulaciones, los alumnos están plenamente integrados en el hotel, participan en el contacto con el cliente, conviven con nuestra plantilla y los resultados son fantásticos», apunta Morcillo. La Junta financia las clases y la empresa pone toda la infraestructura del hotel a disposición de sus alumnos, que se alojan en los hoteles de la Sierra. «Nuestros alumnos tienen el alojamiento gratis porque no podemos permitir, por ejemplo, que si es de Motril llegue reventado a la Sierra. Tienen hasta forfaits gratis, en colaboración con Cetursa, por si quieren esquiar en su día libre. Para nosotros es fundamental darles cariño», añade Morcillo, que destaca cómo la plantilla se vuelca en la formación de los nuevos profesionales.

La posibilidad de acceder a una formación gratuita, gracias a la financiación pública, que además tiene compromiso de contratación es un privilegio en los tiempos que corren, por lo que no es de extrañar que familias enteras en paro lleguen al hotel buscando esta oportunidad. Los responsables del centro de formación tienen la difícil tarea de seleccionar a 120 candidatos entre miles de currículums que les llegan de toda Andalucía, la mayoría de desempleados provenientes de otros sectores que ven en la hostelería una oportunidad de reciclaje.

«No nos importa el sexo ni la edad, sí las ganas de formarse, el empuje, la responsabilidad y la movilidad», explica Ana Tallón, responsable de Formación del centro. Y es que los alumnos tienen que ser muy conscientes de que entran a trabajar en una cadena con 17.000 empleados que tiene 350 hoteles en todo el mundo, por lo que tienen que estar dispuestos a hacer la maleta. «Aquí les damos la oportunidad y el resto depende de ellos. La cadena prefiere contratar a gente que ha demostrado la calidad en nuestros cursos, en lugar de a desconocidos», señala Tallón. «El 80% de nuestra propia plantilla en Granada ha salido de estos cursos», destaca el director de los hoteles Meliá de la ciudad, Ramón Martínez, que resalta la apuesta de Meliá por Granada. «Estamos muy preocupados porque la escuela siga adelante», apunta Martínez, que destaca con orgullo las cifras de la escuela de Meliá en Granada: En 22 años han creado seis mil empleos.